1/22/2019

Proyecciones De Escritoras Suicidas


Una enloquecida aventura interior, montaje ideado y dirigido por Sheyla Niño, revive en el Kamikaze a Anne Sexton, Storni, Violeta Parra, Woolf, Pizarnik y Sylvia Plath. Juntas en un psiquiátrico encontrarán por fin su liberación.


POR ALBERTO OJEDA

Aldana Herrera Möller en una enloquecida aventura interior. Foto: Nacho Laseca


El suicidio suele orlar la trayectoria de un artista con una mística trágica pero atractiva. Esa fuga radical suscita el morbo, la curiosidad y, acaso, la identificación. Pero según Sheyla Niño, impulsora e ‘ideóloga' de la dramaturgia de Una enloquecida aventura interior, que se estrena el próximo miércoles 26 en el Teatro Kamikaze, también en esta coyuntura las mujeres han sido relegadas a una posición secundaria. “La obra de Pavese, Mishima, John Kennedy Toole, entre otros, no se ha visto empañada por su muerte o al menos no se ha convertido en el hecho más relevante”, afirma a El Cultural. Algo que a su juicio sí ha ocurrido con las escritoras que revive en su obra: Violeta Parra, Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath, Alfonsina Storni, Anne Sexton y Virginia Woolf. “Los artículos sobre ellas suelen estar más enfocados a buscar la poesía en su suicidio que en detenerse a leer la literatura que dejaron escrita”.


La obra de Pavese, Mishima y John Kennedy Toole no se empañó por su suicidio. La de ellas sí", dice Sheyla Niño:
La puesta en escena es diáfana hasta el extremo. Hay solo un sillón y las ventanas del ambigú del teatro evidencian el encierro. Es un espacio anclado en rutinas inanes que van transformando a sus moradoras en amebas carentes de voluntad. Pero al compartir sus vivencias desencadenan la catarsis y la redención. “Van manifestando pinceladas de su vida, ya que viajamos del presente-real a un mundo paralelo, ya sea pasado, imaginado o anhelado. A medida que se van ‘desnudando', van entendiendo lo que tienen que ver las unas con otras y realizan un viaje desde la anulación, desde la pérdida de la identidad, hasta la liberación de ser ellas mismas y volver a crear”.



La maternidad, el sexo y la creatividad artística son los temas capitales de esta vindicación escénica. “Hay algo fundamental: lo brillantes que son todas y, a la vez, lo poco que se las lee a algunas”. Niño se refiere sobre todo a Sexton, Storni (“más conocida por la canción de Mercedes Sosa que por su propia obra”) y Violeta Parra (“se la conoce como cantante pero muchos creen incluso que Gracias a la vida es una composición de su hermano Nicanor”). En su montaje las recluye en una especie de institución psiquiátrica, una decisión que alude, claro, a los trastornos mentales que padecieron muchas de ellas. Tratados, por cierto, con métodos agresivos y pedestres. Y también al aislamiento que el entorno social de su época procuró a su hipersensibilidad. Aplicaron un cordón sanitario contra su ‘locura'. 











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